Hace ya unos años una creciente agrupación de investigadores y científicos entre otros están advirtiendo de un nuevo peligro que acecha al mundo : los CHEMTRAILS o ESQUELAS QUIMICAS.
Estas esquelas químicas provienen de los aviones que surcan nuestros cielos, en particular de los países miembros de la OTAN. Dichas esquelas, “nubes blancas” kilométricas enredan el cielo con sus lineas entrecruzadas. Si a simple vista los dibujos geométricos de estas “nubes” pueden parecer muy bonitas, los componentes que las forman son en realidad, mucho más que preocupantes : partículas de metales pesados (borro, estroncio…) de los cuales destaca, por sus altos niveles, el ALUMINIO. Cuando científicos preocupados consiguen muestras, las analizan y obtienen esos alarmantes resultados, enseguida contactan con las autoridades y gobiernos para que expliquen los motivos de tales “fumigaciones”. Y la respuesta que obtienen es (a ver si lo adivinan…) :
¡ NO HAY RESPUESTA !
¿ Porque y para que ?
La primera pregunta que surge entonces es : ¿ que utilidad tienen los metales pesados en la propulsión de los aviones que justifique ampliamente su uso a pesar de su peligrosidad ? Después de consultar con el personal responsable de fabricas de motores la respuesta es : nula !¿ Y si no sirven entonces porque se usan ?
Efectos negativos.
A raíz de estos descubrimientos empiezan a surgir, a nivel mundial, una serie de teorías, algunas muy validas, otras francamente preocupantes, pero ninguna orientada hacia unos resultados positivos y beneficiosos para el hombre y el planeta. Resulta que el aluminio es altamente destructivo, provoca desequilibrios tremendos en los organismos, elimina los cultivos, causa enfermedades mortales, contamina tierra, plantas, animales y humanos. Y no se puede eliminar. Recientemente, médicos llegaron a asociar la enfermedad de Alzheimer con altos niveles de aluminio en el cerebro de los afectados.
No pretendo asustar a la población, ni acusar a nadie de “ gasearnos “ voluntariamente hasta provocarnos la muerte. De ser así éstas mismas personas correrían el mismo riesgo de sufrir daños al estar expuestos ellos también. Y eso no tiene sentido.
¿ Que dicen los medios?
Pero la existencia y presencia de estas esquelas químicas sigue siendo una noticia alarmante. Lo que despierta la mayor duda es ese silencio por parte de los responsables de nuestro bienestar. Pero también la complicidad, una vez más, de los medios de comunicación que tampoco informan sobre el asunto. Silencio sepulcral. Salvo, en algunas ocasiones, en el pequeño y casi siempre inexacto espacio televisivo dedicado a la previsión del tiempo. El presentador@ nos muestra una fotografía del cielo lleno de estas esquelas químicas perfectamente entrecruzadas en lineas paralelas y perpendiculares (hecho del todo improbable a nivel natural) e intenta convencernos de que se trata de un fenómeno de nubes altas. ¿? Y repetirá estas dos palabras : nubes altas, como poco, 15 veces en menos de un minuto. ¿ A que viene esto? ¿ Desde cuando el “ hombre del tiempo “ se explaya tanto en explicar un fenómeno tan normal como pueden ser las “ nubes altas “ ? Porque y para que… saquen ustedes sus propias conclusiones. Pero no se dejen engañar. Desde el punto de vista periodístico, político y empresarial, cuando un tema no interesa, sencillamente se silencia. Y cuando ya no se puede ocultar, simplemente se manipula desviando la atención. Nada nuevo en el patio.
Diferencias entre esquelas de condensación y esquelas químicas
Ahora cualquiera que levante la vista al cielo podrá apreciar la diferencia entre nubes y esquelas de aviones. Las tradicionales se deben a simples diferencias de temperatura. Igual que cuando exhalamos aire en un día muy frio. Se forma vapor por la condensación y al enfriarse de nuevo se disipa en cuestión de segundos (miren los tubos de escape de los coches).
En cambio, una esquela química no se disipa ni se difumina tan rápidamente porque su existencia no se debe a unas elevadas temperaturas en contraste con el frio rodeante, sino a su composición que es muy distinta al aire. Y por eso tardara horas en desaparecer.
¿ Y al tratarse de metales pesados hacia donde cree usted que “desaparecerán” ? Puede que también se pregunte como pueden cruzarse nubes de este a oeste cuando el viento sopla de norte a sur…
Tiempo al tiempo…
No hay respuestas… de momento. Y aunque no ocurra a diario si mira al cielo de vez en cuando, observara que las esquelas químicas no se parecen en nada a las nubes y que cuando aparecen lo hacen de manera numerosa.
Nota : existen miles de blogs y paginas webs en el mundo dedicados a este tema. Allí encontrara información muy detallada. También pueden verse muchos videos en multitud de sitios de Internet.